miércoles, 22 de abril de 2020

Arresto perpetuo


Que irónico, hoy es día 1 de mayo, día del trabajador. Hace ya más de trece meses que casi nadie va a sus trabajos. A las personas, ya casi no se las ve por las calles. La ciudad, es una ciudad fantasma, sin coches, sin niños, sin ruido humano, solo los pájaros se escuchan y no siempre. 
Los que vamos a nuestros puestos de trabajo, lo hacemos obligados por los militares. Ellos son los que controlan casi todo, cuando debes salir, y cuando entrar a tu casa. 

Desde el verano pasado, cuando pasamos a estado de excepción, todo se precipitó muy deprisa. El gobierno dejo de dar ruedas de prensa y fueron sustituidos por tecnocratas llegados de fuera del país. Esto fue común en casi todos los países, los gobiernos fueron relevados por equipos de trabajo piramidal, controlados por mandatarios de grandes multinacionales.

Mirando por la ventana, solo se ven militares, están por todos lados, entran de forma periódica en casas y edificios. Rastrean todo, desinfectan constantemente y en algunas ocasiones, llegan grandes furgonetas y se llevan fallecidos en bolsas negras, se llevan a familias enteras fallecidas. Solamente por el olor nauseabundo que hay por las calles, en las casas y pisos, debe de haber miles de personas sin vida desde hace semanas sin que nadie haya hecho nada por ellos. 

En los meses que estuvieron fumigando desde los aviones, hubo un mínimo receso en los contagios, nunca se supo que lanzaban desde los aviones, siempre se escuchaban volar por la noche y por la mañana, las calles aparecían impregnadas de una sustancia filamentosa, además de ese olor a cloro o algo parecido. Estos aviones, dejaron de rociar las ciudades por motivos de comunicación según dijeron. En el aire quedaban flotando unas hebras que dificultaban el monitoreo de los transeúntes, de los pocos que quedaban. A los mismos que nos obligaron a llevar encima el teléfono siempre, es el método utilizado para triangular la posición de cada individuo. Si sales de la ruta que tienes asignada, empiezas a sentir unos mareos y dolor de cabeza los cuales llegan a ser insoportables, se de que hablo, en alguna ocasión he salido de mi zona y he sufrido las consecuencias. Las ondas electromagnéticas a 60 MHz te dejan frito durante horas. Estas ondas te alcanzan en cualquier lugar, se filtró en su momento, que son proyectadas por un numero total de 42.000 satélites que orbitan la tierra.

En las últimas semanas, han empezado a vacunar a la población. Se empezó por personal sanitario, continuando por quienes teníamos que ir a nuestros puestos de trabajo. han continuado con el personal que permanece en sus casas, llegan en ambulancias militares y hacen barridos por las viviendas, vacunando a los que aún conservan la vida, hay otros, que no los vacunan, les he oído hablar entre ellos, decir que los que han perdido la cordura, no hay que vacunarlos, están fuera del sistema y no volverán.
Esta vacuna es la que supuestamente va a terminar con la epidemia que sufrimos desde hace ya más de 1 año. Desconfío que sea cierto, no me dan garantías los actos de la organización encargada de suministrar la cura de esta enfermedad, y menos de quienes se hicieron cargo de la misma.
Ahora el control de la organización, lo tiene el mismo que no era capaz de impedir que los virus no infectasen el sistema informático que él creo. Dudo que con esta vacuna lo vaya a conseguir.

Yo de momento he conseguido burlar mi vacunación, he conseguido saltar varios controles. No se cuanto tiempo podré aguantar, supongo que no mucho. En algún momento seré delatado por los afines al régimen totalitario que nos controla. 

Desde el principio note cómo a los primeros que vacunaron, empezaron a perder facultades psíquicas y físicas. Nos decían que era porque la vacuna estaba en fase beta, pero no había nada de cierto en eso. esta vacuna la tenían preparada desde antes del evento que nos llevo a todos a recluirnos cómo ratas asustadizas. Los efectos en estos primeros, ya es muy evidente. A alguno he visto deambular por la calle, pasan entre los militares y siguen su camino, los militares se miran entre ellos y comentan (no consigo escucharlos, las descargas de ondas electromagnéticas me han dejado los tímpanos inservibles prácticamente) A estos no los paran, los dejan pasar. ¿Saben ellos que no son "peligrosos"?

Por hoy ya he contado suficiente, ahora empieza el toque de queda, y cortan las comunicaciones. No me puedo permitir que vean que estoy conectado con el exterior. Prefiero que crean que duermo o simplemente que estoy "colocado" cómo esos que han "lobotomizado"de modo tan vil.

Extracto de "Diario de un disidente"