domingo, 9 de febrero de 2020

ERES UNA LUCHADORA



Desde la noche de los tiempos, el ser humano ha destacado por su fuerza y tesón a la hora de solventar adversidades. Sí de algo podemos sentirnos orgullosos, es haber forjado a base de sacrificio nuestra existencia.

En este viaje al que llamamos vida, nos encontramos con un sin fin de obstáculos, los cuales no dejan de ser pruebas propios de nuestra existencia. Nuestro contrato está firmado, pero de nosotros depende obviar algunos puntos del mismo.

Desde hace algún tiempo tengo una espina clavada en el alma, un dolor mudo, el dolor de quien está atado de pies y manos. Aunque la esperanza, divina y esquiva a partes iguales, me musite que hay que confiar, que hay que dejar en manos de quienes saben, hay un tiempo para todo, y todo lleva su tiempo.

Ahora bien, esta reflexión está dirigida y pensada a una persona muy cercana, la cual está librando una dura batalla, sin lugar a dudas, la más dura batalla a la que se haya enfrentado jamas. Su lucha está siendo la lucha de todos los que la queremos, y cuando llegue el triunfo, será el triunfo de la fuerza y la persistencia.

Tengo la completa seguridad, que el triunfo llegará, no pronto, no en un corto plazo. Ninguna victoria importante llega en la primera cita. La tuya será épica, -no tengo la menor duda que así será- En este camino abrupto por el que te has encaminado, vas a forjar para todos los que te queremos y sobre todo para los más cercanos a ti, una pagina que nos enseñará el camino de la esperanza. Tú eres fruto del Dharma.

Ahora que te encuentras en el Samsara de tu existencia, he querido compartir contigo este pensamiento. No quiero caer en el error de quien no quiere ver, quiero sentir esa fuerza que tienes y que has transmitido en este periodo de tiempo. Tú puedes con todo y así lo vamos a comprobar, tú tienes un futuro precioso que te está esperando, sin prisa, sin fecha. Tú eres quien marca los tiempos y los demás sabrán esperar, sabremos esperar.

Solo quiero pedirte una cosa para terminar. Lucha... Haz que tu lucha sea nuestra fuerza, y  nuestro amor sea tu fuerza. 
-TE QUIERO-

(Te tengo prometidas unas tortitas con sirope de caramelo. Y bien es sabido, que lo prometido es deuda)


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