EL MENSAJE II PARTE
Me gustaría poder compartirlo contigo papá, ha sido horrible, ha sido la peor pesadilla que he tenido, solo que todo parecía muy real. Había personas por las calles muertas, amontonadas como si de escombros se tratase, y hombres con trajes blancos y mascaras parecidas a las de gas los iban enumerando. Le ponían en la mano izquierda algo que me pareció a las pistolas de vacunaciones.
Ha sido un sueño, que casi he sentido, podía oler los cuerpos que estaban tendidos en el suelo.
El peor momento del sueño, ha sido cuando esos hombres de blanco me han visto, han venido a por mi, he salido corriendo y en la huida, tu aparecías en un coche con más personas. Me he despertado cuando nos disparaban en la huida, cuando tu intentabas abrirte paso entre cientos de cuerpos muertos por las calles.
- Hija, no sabes cuanto me entristece escucharte. Tu sueño, esperaba que nunca se hubiese producido.
Creía en la posibilidad que todo fuese una mentira, que quien había tenido una pesadilla había sido yo. Pero no, esto parece que era inevitable, tan real como un mensaje que recibí hace unos meses, donde se me decía que tendrías un sueño, donde entendería que el momento de ponerse en marcha había llegado.
Ayer cuando fui visitar a tu madre al hospital, vi llegar varías ambulancias especiales, no eran las de siempre, no tenían distintivos sanitarios. Cuando llegue a la planta donde se encuentra tu madre, ayer no te lo dije, pero no me permitieron el paso. Auxiliares, ATS, médicos y todo el personal sanitario, iban con mascaras y vestidos como cuando se va a entrar en quirófano. Llevaban hasta unas gafas especiales. Una enfermera, me pidió que me fuese, que no andase por la calle y si tenia donde ir, que marchase y no saliese de donde pudiese permanecer oculto. Recuerdo, que cuando iba a bajar las escaleras, me pregunto - ¿oiga, usted se ha vacunado? Le dije que no, que venia a visitar a un paciente que si había sido vacunado. Pensé en preguntarle que por que me preguntaba, pero algo me decía, que mi prioridad eras tu, que quien corría peligro no se encontraba en el hospital.
No quise asustarte anoche, quería que descansases. Se que lo estás pasando mal, desde que tu madre tuvo que ingresar por las altas fiebres que le han llevado a tener que ser hospitalizada.
Ahora quiero que prepares una mochila con cosas solo necesarias, Antes que se vaya el sol, quiero que estemos fuera de la ciudad, nos vamos a la casa de tus abuelos en la montaña, ellos llevan tiempo sin ir, pero supongo que estaremos más seguros que en nuestra propia casa.
Mañana cuando hayamos llegado, te contaré todo. Se que tendrás muchas preguntas, y te daré las respuestas, pero ahora el tiempo va a ser valioso.
Después de dos horas preparando y guardando, en mochilas algo de comida y material de primera necesidad (los cursos de primeros auxilios y de supervivencia, ahora tocaba ponerlos en practica).
Salimos dirección a una casa alejada de la ciudad.
Durante el camino, cuando íbamos saliendo de la ciudad, el transito de ambulancias era constante, no sabía que hubiese tal cantidad de ambulancias.
En la radio del coche, me llamo la atención una noticia: El creador de una famosa multinacional de software y hardware. había estado en España haciendo propaganda de una campaña de vacunación que el mismo había subvencionado.
Mientras escuchaba la noticia, recordaba el correo electrónico que me había enviado yo mismo desde el futuro. Deseaba que todo esto fuese una pesadilla de la cual despertar en algún momento. Si todo lo que me decía el mensaje era cierto, ese maldito illuminati que estaba por España haciendo campaña y lobby sobre la necesidad en vacunarse. Estaba llevando a millones de personas a la muerte. El plan eugenístico de la élite estaba ya en marcha, y nadie era consciente de las consecuencias. Nos han cazado como a inocentes conejos, y no hemos visto el arma con la cual nos han disparado.
En la noticia me quede con un detalle más, este conocido multimillonario fundador de la más conocida multinacional de software. Se decía que viajaba en vuelo privado en las próximas horas rumbo a Noruega a un pequeño archipiélago llamado Svalbard. Y de allí partía hacia Denver, en el estado de Colorado, donde el locutor decía que se tomaba unas “vacaciones”.
Que forma de ponernos la zanahoria delante de los ojos y saber que nadie la va a ver. Años sumido en conocer cientos de teorías de la conspiración, me había dado la oportunidad, de saber algunas maniobras ocultas de la élite. Ese viaje a Noruega, debía de tener relación con el Banco Mundial de Semillas de Svalbard. Conocido bunker subterráneo donde se guardan cantidades ingentes de semillas de todo el mundo. Y esas “vacaciones“ en Denver, me llevaban a pensar en el siniestro aeropuerto de esa ciudad. Donde en ciertas ocasiones leí que tenia bajo las pistas de aterrizaje varios niveles subterráneos, a saber con que fin macabro y desconocido por el 99,99% de la humanidad.
No quería en estos momentos, ser un conspiranoico, pero la providencia de haber escuchado en radio, la agenda del illuminati con cara de buena persona, me dio fuerza y disipo las dudas, si lo que estaba haciendo estaba bien, o por el contrarío me estaba dejando llevar por mi mente conspirativa, y seducido por un mensaje de correo electrónico.
Me ahogaba ver a mi hija triste, sabía que no volvería a ver a su madre, y yo aun no le había dado una sola explicación. Miraba por la ventanilla del coche y desde ese momento, creo que empezó a entender que lo que estaba sucediendo, era motivo para no dar marcha atrás. No debía además infravalorar su actitud, ella era muy inteligente y sabía discernir con rapidez.
Solo le dije una cosa: - Hija, tu vida ya no será nunca igual, debes de ser fuerte y luchar. Esto no ha hecho más que empezar. Yo estaré a tu lado mucho tiempo, y tu serás quien termine esta lucha que en silencio acaba de empezar. Piensa que llevamos ventaja, la masa entenderá que está pasando dentro de unos días, para ellos ya será tarde, solo los que no se hayan vacunado podrán unirse entre ellos y luchar contra el plan eugenístico que ha caído sobre la humanidad.
Se que estás triste por tu madre, ella decidió ponerse la vacuna, dijo que era factor de riesgo por su trabajo, que era necesario ponérsela y no era cuestión de discutirlo.
Todos debemos saber que tenemos que hacer, y ahora te toca a ti saber que vas a tener que hacer el resto de tu vida.
Un silencio denso se apoderó de nosotros. El resto del viaje lo hicimos en silencio. El único que hablaba era el locutor de radio que daba noticias atropelladas, las amalgamaba. Parecía que todo pertenecía a la misma noticia.
Al llegar a la casa, me tranquilizo ver que estaba tal y como se dejo la última vez. Entramos todo dentro y nos dispusimos a descansar un rato.
No fue posible, el ruido de sirenas y camiones que pasaban por la carretera de la parte baja del valle, no permitía tranquilizarse.
Ya por la mañana, la imagen fue dantesca. Durante la noche no fuimos conscientes de los cuerpos sin vida que había cerca de la pequeña garganta. El proceso iba rápido y las precauciones se debían de extremar. El virus se extendía a una velocidad fuera de lo normal.
Conecte el portátil y empece a rastrear información de utilidad en la red. Todo me llevaba a lo mismo. El ejercito estaba en las calles de las grandes ciudades, en pocas horas se decretaría estado de sitio, y había muchos enlaces a un posible corte de internet temporal. Esto último, me daba que era una artimaña de la élite para mantenernos a oscuras con respecto a todos sus movimientos.
Los protocolos TCP/IP iban de dejar de operar. Esto estaba claro que venia de muy arriba. No era cosa del gobierno nacional.
Busque información sobre el virus, en estos momentos, los hospitales ya deberían de estar colapsados, si no tomados por las fuerzas del orden.
Todas las informaciones me llevaban a indicios sobre un grupo de terroristas, los cuales supuestamente estaban detrás del virus. Esto me sonaba a bandera falsa (false flag) He visto esto tantas veces, que se huele a kilómetros la mentira. Vi en este momento la maniobra maestra de la élite.
“Ellos”, han soltado el virus, han puesto las vacunas a la venta, los medios de comunicación han sido pagados para hacer la campaña, y ahora solo queda el premio gordo “apuntar con el dedo a los culpables”. Siempre el mismo modus operandi.
Lo tenia claro, no iba a poder confiar en nadie. Estas primeras 72 horas, iban a ser determinantes para poder sobrevivir. ( El sonido de un avión me alerto) Mire por la ventana, lo veía por el horizonte volando a baja altura. Soltaba una estela espesa tras de el, algo me dijo que tenia que sellar puertas y ventanas.
Este lugar nunca había sido espacio aéreo de aviones, algo me decía que estaba fumigando, la estela que dejaba podría ser química, y la intuición me dijo, que el plan eugenístico de la élite, podría estar propagando el virus desde los aviones, para aquellos que no llegamos a vacunarnos.
Una vez aislado, intente conectarme mediante a internet, con algunas cámaras publicas de la ciudad, quería ver que estaba pasando. Al pinchar en el enlace, apareció un pantallazo fundido al negro. Era evidente, que no querían testigos, ni curiosos. Un segundo después, la conexión se corto, y en la pantalla quedo la imagen fija de una ventana.
Ahora tocaba preocuparse única y exclusivamente de mi hija, si el mensaje era cierto. A partir de ahora, empezaba una lucha por conservar la vida de mi hija. Ella era la clave, y su corta edad hacia que todas mis fuerzas las debiese de dirigir ha protegerla, hasta que por ella misma pueda emprender su lucha, contra toda esta maquinaria opresora y depravada que nos había llevado a este momento tan critico para la humanidad.
Podcast: http://www.ivoox.com/noche-andromeda-radio-relato-audios-mp3_rf_4338221_1.html
Autor: Juanmi V Jiménez
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